El azúcar es la debilidad de muchas y muchos, algunos sufren de ansiedad por consumir alimentos de este grupo tan peculiar, del cual podemos decir que se digiere rápidamente, por lo que nos brinda energía que gastamos casi que de inmediato. Se recomienda limitar su consumo a un máximo de 6 cucharaditas diarias para una persona físicamente activa y con un buen estado nutricional, ya que aporta muy pocos nutrientes.
Las ansias por comer dulce pueden variar de acuerdo a la persona pero en la mayoría de los casos se relaciona con los cambios de ánimo o la baja de energía en el organismo, y aunque muchos conocen que deben limitarse en el consumo de azúcar, la batalla contra la ansiedad por consumirla (en la cantidad que sea) puede ganarse poniendo en práctica algunos de estos tips:
- Identifica la causa de la ansiedad y enfréntala: puede ser por estrés, por falta de energía, puede ser por cambios hormonales, como en el síndrome premenstrual en que aumentan las ganas de consumir dulces.
- Come varias veces durante todo el día, lo ideal es comer cada 3 horas para que podas mantener tu metabolismo acelerado, y los niveles de azúcar regulados.
- Congela frutas (preferiblemente de temporada) naturalmente dulces como arándanos, fresas maduras, uvas (mejor sin semilla), piña o mango maduro. Estas conservan más el dulzor de la fruta y te ayudan a quitarte el antojo de algo dulce. Cómela como postre o merienda.
- Consumí fibra con intencionalidad, en vegetales y harinas como cereales y granos, ya que estos van a prolongar tu saciedad, hacen que absorbas menos azúcar y reduce las probabilidades que sientas que te falta energía.
- Desayuna balanceadamente, incluí alimentos ricos en proteína, cereales o harinas integrales y fruta, evitando bocadillos dulces, jaleas o mieles que lo que harán es estimular la ansiedad por lo dulce porque te disparan los niveles de insulina.
- No dejes de lado las proteínas, como pescado, carnes, pollo, frutos secos como el maní o nueces, estas te ayudan a mantener la sensación de saciedad por más tiempo.
- Toma suficiente agua para que puedas mantenerte hidratado, la sed y hambre son 2 sensaciones que pueden confundirse, por lo que si te mantienes tomando agua a lo largo del día podrás diferenciar mejor cuando tengas ganas de comer.
- Duerme bien, de 6 a 9 horas todas las noches. Cuando se descansa aumenta la leptina, la hormona encargada de la saciedad.
- Elige alimentos crujientes, bajos en calorías, que al morderlos suene “un crunch” como zanahoria cruda, apio, frutos ecos como almendras o nueces, o frutas enteras o en trozos grandes como manzana en especial la verde, nectarina o pera, estos bajan la ansiedad.
- Date un gusto con medida: podes congelar yogurt en vasitos y cuando querás algo dulce, comerte un “helado de yogurt”, consumir gelatina sin azúcar, un pedacito de chocolate oscuro (75% o más de cocoa pura), fruta deshidratada o un té con 1cdta de miel de abeja.
Fotografías por Natalia Salazar