Ana Elena Vargas, nutricionista y máster en TCA y obesidad de la clínica Nutrición y Movimiento, nos explica en esta nota de qué se trata la alimentación intuitiva. Si con frecuencia estás haciendo dietas, y te sentís frustrada, insatisfecha e insegura con tu cuerpo, esto te interesa.
Erika Rojas R.
¿Sabés cuántas decisiones tomamos al día respecto a la comida? Son muchas, cientos, incluso. Algunos estudios dicen que entre 200 y 250. Aunque eso no quiere decir que seamos conscientes de todas. Decidir comer pancakes con mermelada y banano, en lugar de huevos con espinaca y hongos al desayuno es una decisión, también es una decisión la cantidad de pancakes que nos vamos a comer, el sabor de la mermelada que vamos a usar, si lo vamos a acompañar con café, té, un jugo de naranja o un vaso de agua; también si vamos a endulzar o no esa bebida y con qué.
Para algunas personas decidir qué comer es una simple transacción, pero para otras puede significar un sufrimiento (sobre eso hablamos en esta nota sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria). Al buscar ayuda para mejorar la alimentación y subir o bajar de peso, encontramos una cultura de dieta, en la que hay prohibiciones, restricciones y porciones perfectamente medidas. Todo lo contrario es lo que plantea la alimentación intuitiva, la cual rechaza todas las reglas y las dietas y fomenta una relación sana con la comida y, además, la aceptación del cuerpo.
“La alimentación intuitiva es para cualquier persona que quiera tener una relación sana con la comida. Se trata de una alimentación compasiva con nosotros mismos y en ella aprendemos sobre qué necesita nuestro cuerpo y qué no. En la alimentación intuitiva si no como algo es porque me cae mal o no me apetece, no porque una dieta me dice que no puedo hacerlo”, explica Ana Elena Vargas, nutricionista y máster en TCA y obesidad de la clínica Nutrición y Movimiento. “Uno de los principios es rechazar la mentalidad de dieta y la idea que nos han vendido de obsesionarnos con un peso y un cuerpo perfecto”, añade.
Según explica Vargas, uno de los mayores miedos de las personas al iniciar con la alimentación intuitiva es subir de peso o perder el control y desayunar milkshakes todos los días, porque eso es lo que, intuitivamente, se nos antoja. Sin embargo, el proceso de aprendizaje nos guiará para comer de todo, y permitirnos los helados sin caer en excesos.
“Si una persona viene de estar en dieta por muchos años, viviendo con reglas y restricciones, y se inicia en la alimentación intuitiva, aumentar de peso es normal. Pero yo le digo a esas personas que no es que están subiendo de peso, es que empezaron a permitirse comer lo que quieren, pan, pasta, por ejemplo, que son las comidas que están acostumbradas a evitar. Lo que deben entender es que poco a poco la mente se calma y aprenderán a escuchar el cuerpo, y el cuerpo no les va a pedir milkshakes todos los días”, explica la nutricionista.
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¿La alimentación intuitiva es para mí?
Hacer las paces con la comida y alimentarnos sin remordimientos es para (casi) todo el mundo. De acuerdo a Ana Elena Vargas, incluso las embarazadas pueden seguir este tipo de alimentación.
“En embarazo también se puede seguir una alimentación intuitiva, si es una persona que come suficiente, y de todos los grupos de alimentos, se puede hacer, lo bueno también es que las embarazadas siempre están en control, entonces no hay ningún problema”, asegura.
Sin embargo, considera poco acertado recomendar este tipo de alimentación a quienes se están recuperando de un Trastorno de Conducta Alimentaria. “Para una persona con anorexia nerviosa no recomendaría como primera opción la alimentación intuitiva. Estas personas tienen miedo de comer y pesan poco; de manera intuitiva quizá no vayan a comer suficiente y lo que necesitamos es que coman”, dice la nutricionista.
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Si con frecuencia estás haciendo dietas, y te sentís frustrada, insatisfecha e insegura con tu cuerpo, quizá podrías probar con la alimentación intuitiva. Si es así, estas son algunas ideas que debés comprender.
- La alimentación intuitiva trata de honrar el hambre, comer de todo y comer bien.
- En la alimentación intuitiva no existen prácticas como por ejemplo tomarse un vaso de agua cuando sentimos hambre porque no toca comer.
- Tampoco existen alimentos prohibidos, ni buenos, ni malos.
- Al empezar a comer intuitivamente se trata casi de desafiar al pensamiento saboteador y disfrutar los alimentos.
- La relación con el ejercicio también se enfoca en disfrutar y no en utilizarlo como una manera de compensar por lo que comemos.
- Siempre es recomendado tener la guía de un profesional en nutrición, con el objetivo de buscar, ante todo, cuidar nuestra salud.
- No es saludable estar eternamente en dieta, escuchá tu cuerpo y dejá de contar macros.