Desde el 2008, el tercer viernes de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, ya que busca crear conciencia de lo importante que es dormir bien. El sueño profundo es uno de los hábitos para tener una buena salud, junto con la práctica de ejercicio, tener una hidratación diaria y una alimentación balanceada.
Cada día son más las personas que sufren trastornos en su ciclo del sueño por el estrés en el que viven o el tipo de trabajo que tienen, o simplemente porque se desvelan viendo películas, jugando video juegos o revisando sus redes sociales. La falta de sueño estimula el deseo de alimentos ricos en calorías, reduce el gasto energético y esto lleva a un aumento del peso y desarrollo de enfermedades como la obesidad, hipertensión arterial o diabetes.
Por eso es que el tema de este año es “Dormir profundamente Nutre la vida”, y ¡A mí me encanta!, porque tener un estilo de vida saludable implica dormir bien para comer saludable y a su vez, escogiendo tus alimentos de manera intencional te puede ayudar a dormir mejor. Entre los alimentos que intencionalmente podés incluir en tu alimentación, sobre todo las horas antes de dormir:
Lácteos, huevos, proteínas de origen animal (pero cortes sin grasa y sin freír)
Son ricos en triptófano el aminoácido precursor de la serotonina, un neurotransmisor que participa en regular nuestro ciclo del sueño a través de la producción de otra hormona llamada melatonina. Podés incluir una o dos porciones de este tipo de alimentos en tus comidas de día de forma que para la noche hayás alcanzado un buen consumo. La leche por ejemplo y a una temperatura ambiente o tibia ayuda a que el cerebro utilice el triptófano de forma más productiva, provocando que podas conciliar el sueño más rápido.
Aceite de coco
Es una fuente de triglicéridos de cadena media, una grasa saludable que si la consumes se va a convertir en combustible para el cerebro, incluso pueden ayudarnos a quemar grasa mientras dormimos.
Frutos secos, aceite de oliva y pescados ricos en omega-3 (salmón, atún, trucha)
El omega-3 es un ácido graso esencial (tenes que consumirlo de los alimentos) que ayuda a la secreción de la serotonina, una hormona que promueve una sensación de bienestar y reduce las hormonas de estrés que podrían interferir con el sueño, y así reducir tu ansiedad o estrés.
Miel de abeja
La miel de abeja elevará la glucosa en sangre durante la noche lo que conducirá a un sueño más profundo más rápido ya que el cerebro utiliza mucha energía mientras dormimos y ésta proviene del azúcar que se almacena en el hígado llamado glucógeno hepático.
Banano o plátano
Además de producir melatonina y serotonina, el banano y el plátano es rico en magnesio, un buen relajante muscular.
Lechuga
La lechuga contiene una sustancia relacionada con el opio y la hiosciamina, la cual tiene propiedades que previenen los calambres.
Carbohidratos con bajo índice glicémico (IG)
Los alimentos con un IG bajo mantienen un mejor nivel de azúcar en sangre, lo que nos ayuda a sentirnos mejor, más equilibrados y descansados durante el día. Entre estos alimentos podes encontrar: el pan integral, la pasta integral, el arroz, el camote, las leguminosas y los vegetales.
Evitá:
- Tomar alcohol horas antes de acostarse. A pesar de tener un efecto letárgico, este no produce un sueño reparador, sino que causa deshidratación e interviene en las funciones reparadoras del sueño.
- Tomar bebidas con cafeína como café, té, chocolate, bebidas gaseosas, al menos 6 horas antes de acostarse.
- Comer comidas picantes, con mucha grasa o azúcar 4 horas antes de acostarse.
2 comentarios
Gracias por esos consejos tan utiles!
¡Gracias a vos por leer nuestra revista!