Cuando se habla de un alimento rico en antioxidantes todos asumimos que se trata de algo saludable, ¿verdad?, pero sabes realmente ¿qué son los antioxidantes? O ¿qué características tienen que hacen a los alimentos tan saludables?
Un antioxidante es cualquier molécula capaz de prevenir el daño de los radicales libres a las células. Pero y ¿qué son los radicales libres? El cuerpo puede producirlos al convertir alimentos en energía (estos son naturales) o bien pueden obtener de toxinas presentes en alimentos procesados, por el consumo de tabaco o alcohol así como exposición a rayos ultravioleta. Si ves hoy en día es difícil escapar de los radicales libres, por eso es importante consumir esas moléculas protectoras llamadas antioxidantes.
Dentro de una alimentación saludable y balanceada podes obtener la mayoría de los antioxidantes pero a continuación te compartimos cuáles son esos alimentos que podes incluir diariamente para tener una mejor consumo de estas sustancias tan importantes:
- La leche, los huevos, el hígado y la mantequilla, las zanahorias, chile dulce, el mango y papaya son ricos en vitamina A.
- La guayaba, los cítricos como la naranja, el limón y mandarina, así como los kiwis melón y bayas son ricas en vitamina C, además los vegetales como tomate, coliflor, kale, coles de Bruselas, espinaca y brócoli. Aunque la mayoría de frutas y vegetales aportan este vitamina.
- Los frutos secos y semillas como como el maní, las almendra, las semillas de girasol, las avellanas, así como otras grasas de origen vegetal como el aguacate, aceite de girasol o canola, y vegetales de color verde como la espinaca y el brócoli con ricos en vitamina E.
- Productos de origen animal como el pescado, la carne, el huevo, queso, el pavo y el pollo, además de los cereales como el trigo, maíz y arroz son ricos en selenio.
- Otro mineral que porta antioxidantes es el zinc que podes encontrarlo en las ostras, almejas, frutos secos y legumbres como los frijoles, las lentejas y los garbanzos.
Otra forma de escoger los antioxidantes es por su color o pigmento:
Los anaranjados y amarillos te aportan betacaroteno y carotenoides que son ricos en vitamina C y vitamina A, y ayudan a fortalecer el sistema inmune y combatir el estrés oxidativo.
Los verdes contienen luteína que protege la visión, protegen la célula y fortalecen tu sistema inmune, aportan vitamina C, ácido fólico y vitamina K.
Los rojos aportan licopeno y antocianinas que protegen tu sistema cardiovascular y ayudan a la adecuada circulación y protegen contra el cáncer.
Los morados o azules son ricos en antocianinas y flavonoides que disminuyen la inflamación, previenen el cáncer, mejoran el flujo sanguíneo, mejoran la memoria y previenen el envejecimiento celular.
Los blancos son ricos en fitoquímicos y potasio, que previenen la diabetes, regulan la presión arterial y contribuyen a disminuir los niveles de colesterol LDL.
La clave para tener un buen consumo de antioxidantes es que seas intencional en hacer que tu plato sea variado y colorido, los beneficios de combinar colores es que tendrás distintos sabores a la vez que proteges tu salud.