Con el inicio de la actividad física, es frecuente que aparezcan dolores en lugares de nuestro cuerpo impensables. Es por esto que la evaluación física es vital para evitar lesionarse.
Hay articulaciones como los tobillos o las caderas, que al moverse adecuadamente nos van a garantizar calidad en el movimiento, por que se reduce el estrés sobre otras articulaciones o la musculatura. Articulaciones como los hombros, o la zona lumbar, tienen rangos de movimiento amplios, por lo que tener músculos fuertes e inteligentes son sinónimo de salud articular.
Si las articulaciones no cumplen con el rango de movimiento fisiológico, o adecuado para cada persona, el cuerpo buscará la forma de que el movimiento general no se vea restringido, poniendo en tensión otras estructuras que no necesariamente están diseñadas para moverse más o soportar tensión adicional, como consecuencia aparecen lesiones y dolor.
En el caso de las estructuras que necesitar estar estables, la pérdida de fuerza o tensión, así como la falta de coordinación en la musculatura pueden llevar a un movimiento excesivo de la articulación, provocando procesos inflamatorios y con el tiempo cambios estructurales que van a afectar el correcto funcionamiento de la articulación.
Un correcto plan de entrenamiento y de rehabilitación debe llevar ejercicios de estabilización o de movilidad para las articulaciones que así lo requieran.
Recordá siempre consultar a un profesional, la individualización de los programas de ejercicio son la garantía que necesitás para no lesionarte o recuperarte pronto de tu lesión.