Todo empezó el primer día del año del 2016, ese día amanecimos en la suite presidencial de Hotel Wyndham Herradura en Heredia porque Jalamelule (El proyecto de Errol mi esposo y su amigo Alejandro) era parte de la fiesta de año nuevo y nos dieron la habitación – que es más grande que nuestro apartamento – y no lo habíamos pensado dos veces para irnos el 1ero de enero que suele ser un día muy cansado, ya queríamos irnos de vacaciones. Elegimos Cartagena porque esta vez queríamos descansar a la orilla del mar, el 2015 fue un año muy cansado, no quisimos destino urbano porque a pesar de ser de nuestros destinos favoritos uno normalmente quiere ir a conocer todo y aprovechar cada segundo del viaje, así que esta vez nuestro destino fue el Caribe Colombiano y el propósito fue descansar.
Pasar por Bogotá y no llevar un sweater es un grave error, aunque tengás que estar ahí una hora y vayás a clima caliente, llevá un sweater por favor, de lo contrario te vas a congelar. Llegamos como a media noche a Cartagena porque nuestro vuelo era San José – Bogotá/ Bogotá – Cartagena y salimos a las 5 p.m. de Costa Rica, la idea era llegar de noche para empezar a aprovechar desde el 2 de enero.
Nuestro plan fue el siguiente: dos días para disfrutar en Cartagena, cinco días en una isla lejos de todo y otros 3 días en Cartagena de nuevo. El primer lugar donde nos quedamos era una casa en la parte colonial de Cartagena y se llama Hotel Casa Baluarte una hermosa casa muy agradable y incluía el desayuno que ibas a comer en el tercer piso en una lindísima terraza donde el color blanco y las flores eran protagonistas.
El clima en Cartagena es muy caliente, yo lo comparaba mucho con estar en Guanacaste así que ojalá que toda la ropa que llevés sea ligera y fresca porque si no te va a dar muchísimo calor. Nosotros nos mantuvimos en el área colonial de Cartagena y encontramos muchísimas cosas que hacer como por ejemplo caminar por las hermosas calles y apreciar la increíble arquitectura que tienen, visitar la casa de Gabriel García Márquez, comer en la gran variedad de restaurantes que vas a encontrar en cada esquina, y luego comerte una paletita de helado de postre que también hay bastantes heladerías y lo mejor de todo es que muchos de los helados son de yogurt o hasta conseguís sin azúcar. Un par de restaurantes que te recomiendo en donde la comida estuvo increíble son Restaurante Cuzco de comida peruana y Salou de comida fusión asiática. La torre del reloj va a ser un punto clave de ubicación para muchos de los lugares que visités y te cuento que Uber fue nuestro fiel compañero, solo tenés que asegurarte de ponerle una tarjeta de crédito y no de débito para que funcione.
Una visita que no puede faltar es ir al Castillo de San Felipe de Barajas que es un fuerte ubicado sobre la colina de San Lázaro, en la antigüedad fue utilizado para controlar el ingreso de invasores tanto por tierra o mar, es una construcción abrumadora que vas a entender mucho mejor si comprás el audio guía que te va contando toda la historia completa y te permite disfrutar mucho más la experiencia yo lo recomiendo aún más que la persona que explica porque lo podés ir escuchando al ritmo que querás. La vista desde el castillo es algo impresionante, pero también así va a ser el sol, no olvidés de llevar bloqueador, agua, zapatos cómodos y ojalá un sombrero o gorra.
Después de dos días de disfrutar las bellezas de Cartagena, era hora de irnos para las Islas del Rosario que son un archipiélago localizado a 100km de Cartgena. La sorpresa para mi fue que cuando llegamos me doy cuenta que son lanchas, montones de lanchas que se dirigen a las diferentes islas, debo admitir que no fue una experiencia muy placentera para mi el transporte de Cartagena al siguiente destino, yo pensé que el transporte iba a hacer algo un poco más grande y que no se moviera tanto. Te recomiendo que si te vas a ir a quedar y llevás una maleta o un bulto que llevés bolsas plásticas y metás todo en ellas y que dejés afuera solo cosas que se puedan mojar porque te digo, existen altas posibilidades de que te mojés y que todo lo que llevés con vos también, asegurate de dejar bolsas extra para la vuelta.
Si vos querés conocer muchos lugares diferentes, disfrutar de la vida nocturna y explorar todo lo que podás de tu viaje a Cartagena te recomiendo tomar tours de un día a una o diferentes islas adonde regresés a la ciudad pero como nuestra misión era descansar nos quedamos cinco días en Isla Grande, una de las 28 islas que forman el archipiélago.
Nosotros nos quedamos en un pequeño hotel llamado Lizamar, para la fecha en la que buscamos reservar ya todo estaba lleno y solo en este lugar conseguimos espacio pero por dicha que pasó así porque tuvimos la oportunidad de conocer personas increíbles con quienes hablamos bastante y compartimos. La belleza de las islas es de otro planeta, el mar cristalino y turquesa es impresionante. ¿Qué podés hacer en tu estadía? Tomar el sol va a ser algo de todos los días obviamente así que cuidado se te olvida el bloqueador, bronceador y sea lo que sea que necesités. En la isla no hay lugares para ir a comprar lo que se te ocurra así que procura ir preparado con lo que vas a necesitar. Llevá un buen libro y muchas ganas de descansar porque al menos en Isla Grande el ritual era comer, asolearse, leer, nadar y dormir. La comida en la isla o por lo menos en Lizamar se aleja de todo lo que es saludable, las gaseosas son protagonistas y la mayoría de los platillos fritos, hay que tratar de ver cuales son las mejores opciones dentro de lo que ofrecen.
Isla Grande tiene una población de aproximadamente 700 personas, es un pueblo muy humilde que viven de la pesca y el turismo. El agua que utilizan la recogen durante la época de lluvia y la electricidad la obtienen de plantas eléctricas que cada uno debe tener así que son recursos que se ahorran al máximo. La gente es de muy buen corazón y siempre tienen una sonrisa natural y hermosa. Creo que pasar 5 días en una realidad tan diferente a la que uno vive pone todo en perspectiva y eso es lo grandioso de viajar y conocer lugares tan distintos de lo que uno está acostumbrado, la experiencia en la isla fue de las más conmovedoras y tratamos de comprar la mayoría de regalitos y recuerdos de las mismas personas de Isla Grande, poner nuestro granito de arena para colaborar con ellos, así que cuando vayan procuren llevar efectivo para que puedan comprar sus collares y comida sin ningún problema porque obviamente solo con efectivo vas a poder conseguir cosas.
Otras cosas que podés hacer tanto como en un tour de un día como en tu estadía es ir a conocer el pueblo en donde hay unos lagos que podés ir a conocer, hacer snorkeling, visitar el Oceanario que es un centro de conservación donde hasta los tiburones están entrenados, tienen muchas especies para conocer y hasta un show con delfines demasiado adorable.
Después de cinco días de mucho descanso, de mucho sol y mucha paz, regresamos a Cartagena a uno de los hoteles más hermosos que he conocido: El San Lázaro Art Hotel, un lugar de arquitectura contemporánea con un diseño del espacio interno bastante hermoso y lo mejor de todo es que queda en frente del Castillo de San Felipe de barajas, además nuestra habitación tenía vista hacia el Castillo. Es la ventana redonda que se puede apreciar en la foto del hotel. Durante los últimos días en Cartagena disfrutamos de su gastronomía, vida nocturna, más recorridos por las hermosas calles y luego fue hora de regresar a casa.
Fotografías por Errol Barrantes
2 comentarios
Bellísima reseña!
Muchísimas gracias Osca <3