¿Qué son?
Si en el kínder o la escuela te pusieron a sembrar frijoles en algodón humedecido dentro de un frasco de vidrio, y a los días de “cuidarlo” le salieron tallitos verdes, te tengo una noticia: “fabricaste un germinado”
Los germinados son esos “tallo, raíces o plantitas nuevas” que germinan o brotan de una semilla como trigo, frijol, lenteja, cebada, semillas de girasol, o soya, por mencionarte algunos. Son ricos en nutrientes que aportan muchos beneficios para tu salud. El proceso de germinación reduce la cantidad de fitatos, unos compuestos naturales que impiden que los minerales sean absorbidos por el cuerpo, y además, los germinados son más digeribles que el grano entero, por lo que si tendés a sentir inflamación al comer frijoles, si comunes frijol nacido es muy poco probable que este te produzca algún malestar.
Los germinados contienen mayores concentraciones de ciertos nutrientes que la versión de la planta completamente madura, o la semilla. Esa es una de las razones por las que en los últimos años se ha aumentado su producción y consumo, son muy buscados por quienes optan por una dieta vegana o por aquellos que ya conocen su valor nutricional, por eso se ganaron ser “el alimento de la semana”.
¿Qué te aportan?
- Mayor contenido de vitaminas, ácidos grasos y fibra. En algunas semillas, el contenido de vitamina aumenta hasta unas 20 veces durante el proceso de germinación. Además los germinados son una fuente de fibra y ácidos grasos esenciales.
- Mayor contenido de enzimas: Los germinados contienen un estimado de100 veces más enzimas que las frutas y vegetales frescos. Estas enzimas le permiten a tu cuerpo extraer mayores niveles de vitaminas, minerales y otros nutrientes de otros alimentos que comas junto con los germinados.
- Mayor biodisponibilidad de minerales y proteína. Cuando las semillas comienza a germinar, minerales como el calcio y el magnesio se unen a las proteínas en la semilla, lo que hace que ambos minerales y la proteína estén más disponibles y utilizables para tu cuerpo. Hay estudios que demuestran que la proteína de los germinados tiene una mayor calidad que la del grano o leguminosa.
¿Cómo puedo incluirlos en mi alimentación?
- La forma más sencilla de consumirlos es en ensaladas o preparaciones crudas por ejemplo el alfalfa es un germinado muy rico que también se utiliza para rellenar pitas, o sándwich.
- Hay otros germinados suelen cocinarse como el frijol nacido que se le echa al arroz, o las coles de Brusela, que son un germinado (fuente de vitamina K que es la encargada de la coagulación de la sangre), que puede consumirse tanto crudo como asado, la horno o hasta en sopas.
- Por su aporte de proteína, fibra, baja cantidad de calorías y su fácil digestión son una opción para incluir en tus batidos, antes o después de entrenar.
Precaución de su consumo
El proceso de preparar germinados debe ser muy controlado, ya que se va a requerir de humedad para hacer germinar la semilla, y este tipo de ambiente favorece el crecimiento de algunas bacterias potencialmente peligrosas. De acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud), las epidemias asociadas al consumo de germinados han sido porque ese grano ya se encontraba contaminado. Por eso es importante tener cuidado en la preparación, en la compra y el consumo de los mismos. Si estás embarazada o padeces de alguna enfermedad que afecta tu sistema inmune es preferible que los consumas cocinados.
¿Dónde se consiguen?
Podés compararlos en supermercados, ferias orgánicas o ferias del agricultor, su precio es bastante cómodo. Otra opción es que los “cultives” en tu casa, ya que es muy económico y sencillo.