Fotografías por Natalia Salazar
La papaya, es una deliciosa fruta tropical rica en fibra, que se consume en casi toda América desde hace varios siglos. En Costa Rica puede encontrarse casi todo el año, aunque sus precios varían dependido de la época del año es una fruta fácil e conseguir la mayoría del tiempo.
Esta es una fruta dulce que aporta gran cantidad de vitamina C, hasta un 300% del valor diario recomendado, lo que la convierte en una opción muy saludable para combatir infecciones, fortalecer tu sistema inmune y evitar en envejecimiento celular precoz.
Su color anaranjado, tan vivo, es un indicador del aporte de vitaminas que nos brinda, así como contiene vitamina C, es fuente de vitamina A, la cual al consumirla te ayuda a tener una buena visión y evitar las enfermedades degenerativas maculares, así como tener una piel sana y brillante.
Es rica en antioxidantes como el licopeno o los flavonoides como la criptoxantina, que “actúan como contra los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro de las células, además protegen tu sistema cardiovascular evitando la oxidación del colesterol malo.
La papaya contiene varias enzimas importantes, entre las que destaca la papaína, una enzima que tiene un efecto antiinflamatorio en el estómago, incluyendo la disminución de la hinchazón y fiebre que pueden surgir después de una cirugía. Esta enzima ayuda a que las proteínas se digieran más rápido, ayudando a evitar el reflujo, y hasta aliviar el síndrome de intestino irritable. Puede ser un buen postre después de una comida rica en proteína en especial si es carne de res.
¿Cómo consumirla?
Es preferible que la comás cuando su cáscara es de un color entre naranja y rojizo, y cuando esté suave al tacto. Aquellas papayas que todavía tienen partes de color amarillo o verde tomarán algunos días para madurar completamente, podés envolverla en papel periódico o colocarla a la par de un banano para ayudarla a madurar.
La porción recomendada es de 1 taza en trozos o una rebanada gruesa de 1pulgada.
Podés consumirla en trozos, acompañada de otras frutas o solita. Como parte de un desayuno, en una merienda o de postre. Además es súper rica en batidos.
Esta fruta también se utiliza mucho para ablandar la carne antes de cocinarla, es una forma natural de hacer que la carne se suavice sin agregarle productos químicos o altos en azúcar o sodio.
Beneficios en sus semillas:
- Garantizan una adecuada salud hepática y renal.
- Mejoran la salud intestinal, es una forma de evitar la formación de parásitos intestinales.
- Aceleran el proceso de digestión, favoreciendo la pérdida de peso.
Una opción es licuarlas en un batido con el resto de la fruta, esto le dará un sabor un poco más amargo, así que podés añadir unas cuantas para evitar que se amargue demasiado. También se puede hervirlas con otras frutas y hacer una infusión para aprovechar sus beneficios, o bien agregarlas a vinagretas para ensaladas, esto le dará un toque picante.