Presupuesto, ahorro, gastos hormiga, ahorro, deudas, ahorro. Administrar las finanzas personales no debería ser una tarea tan compleja, solamente requiere orden para que podamos disfrutar y cuidar nuestros ingresos (y tener sustento en caso de emergencia).
Erika Rojas R.
Sí, necesitamos dejar de gastar tanto. Sí, necesitamos crear una cultura de ahorro mucho más fuerte. Sí, nuestro ahorro de emergencia no es suficiente, es más ¿tenemos un ahorro de emergencia?
Gastamos por necesidad, por deseo, algunas veces por impulso y otras por un contratiempo. Y seguirá siendo así toda nuestra vida. Así que, si todavía no manejas bien tu presupuesto y te gustaría cambiar tus hábitos financieros para vivir un poquito mejor, esta información te interesa.
Julio Espinoza Henriquez es bachiller en Dirección de Empresas de la UCR, tiene una maestría en Finanzas del TEC y más de 15 años de experiencia en banca de personas. Además, es entrenador y coach financiero de Finanzas IQ, una plataforma de educación financiera para ayudar a personas como vos y como yo a mejorar nuestra relación con el dinero.
Empecemos por lo más básico: “el primer problema es que no tenemos educación financiera. Ni siquiera los administradores la tienen, saben cómo administrar el dinero de las empresas pero no las finanzas en casa. A partir de esto el primer consejo es controlar lo que ganamos y lo que gastamos. Y para eso lo mejor es partir de un presupuesto”, explica Julio.
Un presupuesto es la representación gráfica de todo lo que pasa con nuestro dinero semana a semana, quincena a quincena o mes a mes: ingresos, egresos (o gastos) y ahorros. Para hacer el presupuesto existen aplicaciones, se puede usar un documento en Excel o una hoja de papel y escribirlo a mano, realmente ninguna es mejor que otra, la mejor opción es la que te sirva a vos.
¿Cómo voy a saber si puedo ahorrar o si estoy gastando de más si no sé en qué estoy gastando? Para eso sirve el presupuesto.
Uno de los principales problemas de las personas es que consideran que no tienen la capacidad de ahorrar. “La gente dice ‘es que no me sobra dinero’. Pero cuando empezamos a ordenar el presupuesto, nos damos cuenta de que está gastando dinero en cosas que no son necesarias para vivir”, afirma Julio.
¿Y qué es necesario para vivir y qué no?
“Hay dos tipos de gastos: gastos por necesidad y gastos por deseo. El balance perfecto es controlar y disminuir uno u otro, pero no eliminarlos”, explica el experto.
Los gastos por necesidad son el pago de la casa, estudios, Internet, alimentación, teléfono. Los gastos por deseo están más relacionados a un tema social, y, normalmente, se incrementan cuando empezamos a ganar un poco más.
Cuando necesitamos mejorar nuestras finanzas y ahorrar más la clave está en disminuir esos gastos. “Podemos bajar el plan que tenemos contratado para el teléfono o no comer tan seguido fuera de casa. O por ejemplo con el tema de la vivienda: la necesidad de vivienda la tenemos siempre, pero pagar un apartamento lujoso es un deseo, no una necesidad, ahí podríamos generar un ahorro”.
Según Julio Espinoza, no necesitamos ganar más para empezar a ahorrar. Debemos priorizar y pensar qué podemos hacer para guardar un poquito de dinero cada mes, por más poquito que parezca, cualquier monto es bienvenido.
Ahorrar o pagar deudas
Otro de los principales problemas de las personas son las deudas. Las cuales, en la mayoría de casos, inhiben la posibilidad de generar ahorro. Pero, al parecer, todo puede ir de la mano.
“No es saludable pagar todas las deudas y quedarme sin ahorro. Hay que buscar un equilibrio. Necesito empezar a ahorrar y al mismo tiempo disminuir la deuda, aunque sea poco a poco. Si todos mis ahorros los destino a la deuda, en caso de emergencia me volveré a endeudar porque no tengo ahorros para atender la situación”, dice Julio.
¿Cómo empiezo a ahorrar?
Volvemos al tema de las necesidades y los deseos. Podemos empezar por disminuir el gasto de agua (cerremos la llave mientras nos lavamos el pelo, mientras enjabonamos los platos), luz (¿qué tal un recorrido por la casa de vez en cuando para asegurarnos de no dejar nada encendido?), planes de Internet, cable (si ya tenés Netflix, ¿necesitás cable?, teléfono. Son pequeños cambios que se pueden hacer fácilmente.
Y luego es importante establecer qué es una necesidad para mí. “Conocí a una persona para quien ir a arreglarse, cortarse y teñirse el cabello es una necesidad. ‘Yo puedo dejar de hacer otras cosas con tal de hacerme el pelo’, decía. Ok, eso es importante saberlo, porque no se trata de sentirnos mal o dejar de hacer lo que nos gusta. Las necesidades se deben ajustar al estilo de vida de cada uno”, explica Julio.
Tanto las necesidades como los deseos debemos presupuestarlos y tenerlos bien identificados. Especialmente los deseos, pues “siempre desestabilizan nuestra economía”. Podemos preguntarnos ‘¿si no compro o pago esto realmente me va a pasar algo?’, casi siempre la respuesta es no.
“No hablemos de restricción, es más, no usemos la palabra ‘no’ o la palabra ‘malo’, solamente debemos pensar qué voy a dejar de hacer hoy para disfrutar mañana”, añade Julio. Y con eso nos referimos al ahorro que podríamos estar generando para hacer un paseo con la familia o ir de viaje.
Y en este apartado del ahorro entran los famosos gastos hormiga. ¿Les suena? El batido de la mañana que compramos al salir del gimnasio, el café de Starbucks por el que pasamos antes de ir a la oficina (bueno, ya muchos no vamos a la oficina, pero igual vamos por el café), o el mismo café de la tarde con repostería de alguna tienda de conveniencia.
¿Qué pasa si en lugar de comprar todos los días un café de máquina o de una tienda empezamos a prepararnos nuestro café y nos ahorramos ese dinero? Puede parecer poco ahorrar ¢1.000 o ¢3.000 diarios, pero eso al final de la semana y al final del mes es dinero. Y si lo multiplicamos por 12, a final de año ¡es dinero!
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No hay fórmula perfecta
Hay una teoría que dice que un buen presupuesto es 50% del dinero para necesidades, 40% deseos y 10% ahorros. “Pero depende de cada quien, esto no es una regla general. Podríamos trabajar en ese 40% de deseos e incrementar un poco más el ahorro, o bien podríamos solamente ahorrar el 0.5% de todo el presupuesto porque eso es lo que se puede en este momento y eso está bien, porque poco a poco ese ahorro se podría incrementar”, finaliza el creador de Finanzas IQ.
No significa dejar de disfrutar, no significa restricción, finanzas personales es más un tema de equilibrio y responsabilidad con nosotros mismos.