Por Karen Fernández
Soy Karen Fernández de la Ciudad de México. En este artículo les quiero compartir cómo ha cambiado mi vida desde que me reencontré con mi parte espiritual; desde niña tuve esta parte de estar conectada con algo más allá, pero es hasta ahora que hago consciencia de eso, poco a poco he despertado mi lado creador y quiero contarles sobre ésta aventura.
Cuando descubrí que había más de mi vida que de lo que pensaba fue hace 5 años cuando tenía 23, en una conferencia en la universidad donde hablaron del liderazgo sustentable y tocaron el tema de la meditación. Hablaron de una meditación que todos podíamos aplicar en la vida diaria fuera del estereotipo que tenía en mi cabeza: posturas incómodas con la mente en blanco.
Llegó en un momento justo de mi vida dónde yo sabía que necesitaba equilibrio, estaba trabajando y estudiando desde las 5 am que me levantaba hasta las 11 pm que llegaba muerta de sueño a mi casa y compensaba eso comiendo todo lo que se me antojaba y tomando alcohol para sentirme inspirada.
Hasta que un día, decidí que necesitaba volver a ser yo y sentirme en mi esencia (ya siempre estaba de mala humor), así que decidí renunciar a mi trabajo e irme de voluntaria a Chile a trabajar con niñas de una casa hogar al graduarme. Empecé a tomar clases de yoga, a leer libros espirituales el primero que llegó a mí fue “Dios usa lápiz labial” de Karen Berg, tomé clases de meditación con cuencos de cuarzo y empecé a conectar con personas mágicas que me motivaban a conocer más sobre mi Universo.
Me fui a Santiago 6 meses, y fueron de los mejores meses de mi vida. Conocí realmente el concepto que me decían en yoga de estar en mi centro, sentía felicidad de los detalles más pequeños de la vida, hice amigos que hicieron mi estancia allá lo más en paz y divertido a la vez, conocer a las niñas del hogar me marcó de por vida, me enseñaron sobre el amor incondicional y conocí a mi actual esposo al final del viaje, lo cual fue la cereza en el pastel.
ThetaHealing fue una herramienta que me ayudó mucho en Chile, mi mamá es practicante y me ayudaba a distancia cuando me sentía perdida o triste, sin duda fue una forma de sentirme protegida y contenida, ese lado espiritual que sin querer estaba abriendo una puerta más grande. ThetaHealing es una técnica de sanación física, mental y emocional por medio de la onda Theta del cerebro, es ahí donde se guarda nuestro subconsciente: sistemas de creencias, patrones, sentimientos, traumas, shocks etc. que por medio de la oración enfocada y conectándonos al Creador de Todo lo que Es accedemos a él y hacemos liberaciones de programas que nos bloquean e instalaciones de programas positivos y amorosos.
Regresando a México no estaba segura de que hacer con mi vida, así que tomé el curso ADN básico de ThetaHealing para encontrar respuestas, y la más grande que encontré fue mi camino divino. Empecé con ese curso y todo empezó a darse de una forma mágica, como si las puertas de Universo se abrieran. Me gustó tanto que tomé el curso ADN Avanzado y me certifiqué para ser instructora de estos mismos cursos, nunca me imaginé que enseñar sobre espiritualidad fuera mi camino. Actualmente tengo un proyecto que se llama Artemisa Sanación comparto tips de espiritualidad diaria, cursos y sesiones individuales de ThetaHealing, meditaciones en línea y presenciales y comparto mi amor por la naturaleza: cuarzos, animales y plantas.
Cada día sano algo de mí cuando tengo sesiones individuales con mis pacientes, construyo mi realidad desde el amor, cuando doy cursos aprendo muchísimo de cada alumno y me admiro de su poder, ganas de evolucionar y de ayudar al mundo.
Me encanta mi trabajo y cada día crezco más; ThetaHealing fue la herramienta para conocer mi lado espiritual, fue la forma más fácil que encontré para meditar y conocer que hay más allá, fue la forma con la cual sentí esa conexión con todo lo que es y con la que desarrolle mis habilidades psíquicas.
Actualmente me sigo sintiendo en mi centro, a veces hay días increíbles y otros donde no me quiero parar de mi cama en todo el día, es válido, he aprendido a escucharme y a vivir en equilibrio, escribir, meditar, viajar, comer, enseñar y crear es lo que enciende mi alma, y esa es la clave para vivir tu espiritualidad, hacer cosas que te enciendan por más pequeñas que crees que sean.
Puedes llamarle como quieras o la técnica que tú uses, lo importante es adaptarla a tu vida, aplicarla y compartirla, seamos trabajadores de Luz con acciones que cambian nuestro día, ésta energía se va contagiando y expandiendo. Amor atrae amor.
Sobre el autor:
Karen Fernández es practicante e instructora de ThetaHealing, fundadora de Artemisa Sanación.
En su proyecto comparte información sobre sus cursos, sesiones individuales, meditaciones, su blog y tips para sanar cuerpo, mente y alma.