¿Has escuchado hablar de la microbiota intestinal? La flora intestinal comienza a adquirirse después del nacimiento, y tanto la velocidad de colonización como el tipo de microrganismos tienen gran repercusión en el desarrollo del sistema inmune y en la predisposición a padecer ciertas enfermedades.
Hoy día mucho de los alimentos que consumimos y medicamentos o antibióticos que tomamos, alteran nuestra microbiota intestinal. Esta se considera un nuevo factor implicado en la regulación del peso corporal y las enfermedades asociadas a la obesidad, dada su influencia en las funciones metabólicas e inmunológicas.
La actividad metabólica de la flora intestinal desempeña importantes funciones en la síntesis, digestión y absorción de nutrientes y en la eliminación de tóxicos o antinutrientes de la dieta. El metabolismo de nutrientes es esencial en el proceso de colonización y establecimiento de la flora intestinal que, a su vez, provoca la expresión de genes intestinales que facilitan que haya un metabolismo adecuado de esos nutrientes. Mantener una microbiota saludable va a ayudarte a mantener un metabolismo saludable y un peso corporal adecuado.
Formas de mejorar y mantener la microbiota:
- Consumí probióticos: son bacterias específicas y vivas, que podés tomar en capsula, o como la forma más accesible al bolsillo y que podes encontrar hasta en la pulpería, que es a través de algunos alimentos como el yogurt que te aportan lactobacilos, otros productos que podés conseguir en ferias orgánicas, supermercado o mercaditos de productos orgánicos o saludables son el kéfir, la kombucha, el chucrut. Las leches fermentadas te aportan bifidobacterias que te ayudan en la producción de vitamina B12 y K. y mejoran la función gastrointestinal.
- Consumí prebióticos: son compuestos no digeribles que favorecen el desarrollo de la flora intestinal deseable al consumirlos, son “promotores de las bacterias”, y entra los conocidos se encuentran la inulina, la oligofructosa, los galacto-oligosacarido, la lactulosa y oligosacáridosen la leche materna. Estos podés encontrarlos en:
- Las lecgumbres y las papas (rafinosa y estaquiosa).
- Ajo, cebolla y puerro (derivados de inulina).
- Espárragos (fructooligosacaridos).
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Efectos de una mircrobiota saludable:
- Mejora la absorción de los minerales que consumas y por lo tanto su aporte nutricional.
- Mejora los síntomas de intolerancia a la lactosa, que cada vez es más común.
- Refuerza tu sistema inmunológico, en periodo de lactancia hasta refuerza el sistema inmune de tu bebé.
- Ayuda a disminuir la astenia que es la sensación de cansancio, fatiga y debilidad física y psíquica.
- Genera péptidos antihipertensores.
- Mejora la absorción de calcio.
- Favorece la reducción de niveles colesterol en sangre.
La composición de la dieta y, especialmente, la presencia de residuos dietéticos fermentables por la flora colónica también ejercen una importante influencia en la ecología intestinal, ya que al haber desequilibrios en el ecosistema intestinal se desarrolla resitencia a la insulina y aumento del peso corporal. Por lo tanto, te recomendamos que de la mano con el ejericicio y una alimentación balanceada, también procures tener una micobiota intestinal saludable.