De todos los panes que he hecho este ha sido mi favorito y el de la gente que lo ha probado, tanto que es el que usualmente hago para el gasto de la semana en la casa. Te va a encantar.
Tiempo requerido: 45 minutos
Ingredientes
- 1 cucharadita de azúcar moreno disuleta en 240 ml de agua tibia y 120 ml de leche descremada tibia
- 4 cucharaditas de miel de abeja
- 2 cucharaditas de levadura seca activa
- 250g de harina blanca
- 320 g de harina integral
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de germen de trigo
- 2 cucharadas de salvado de avena
- 4 cucharadas de aceite de oliva, y un poco más para engrasar
Instrucciones
- Engrasá un molde rectangular de 23×12 cm con un poco de aceite de oliva.
- Mezclá la miel con la preparación de agua, leche y azúcar.
- Esparcí la levadura por encima.
- Dejá que la mezcla repose entre 10 y 15 minutos, hasta que esté espumosa.
- En un recipiente grande, mezclá las harinas, blanca e integral con la sal, el germen de trigo y el salvado de avena. Hacé un h ueco en el centro y vertí la preparación de levadura y el aceite de oliva.
- Mezclá todo bien hasta que se forme una masa blanda. Amasalo durante unos 10 minutos, hasta que esté blanda, uniforme y elástica.
- Pasá la masa a un recipiente ligeramente aceitado y dale vuelta para que se impregne bien de aceite.
- Cubrí el cuenco y conservalo en un lugar tibio por al menos 1 hora hasta que duplique su tamaño.
- Retirá la masa del recipiente y colocala en una superficie enharinada, aplastala con los puños y amasala un poco más. Moldeala hasta que tenga forma ovalada de la misma anchura del molde y enrollala.
- Colocá la masa en el molde con el lado del pliegue hacia abajo.
- Dejá que fermente de nuevo en un lugar tibio por otra hora hasta que duplique su volumen.
- Precalentá el horno a 200 C.
- Cuando la masa esté lista, horneala por unos 30 minutos hasta que al golpear la base del pan, suene hueco.