Muchas planificamos un embarazo, a otras nos llega de “sorpresa” pero sea cual sea el caso, quedar embarazada, por mucho es una de las etapas en las que las mujeres descubrimos lo fuertes que podemos llegar a ser, no solo en el área física, yo diría que en todas las áreas de nuestra vida. No ha sido mi experiencia todavía pero si en el futuro espero poder ser una saludable casita formadora para bebés saludables (ja ja ja) y es que puede sonar gracioso pero básicamente en eso se convierten las mamás al quedar embrazadas.
Al igual que al construir una casa, lo ideal es preparar el terreno para que ese bebé encuentre un ambiente lo más saludable posible. Si sos sexualmente activa y estas en edad fértil, aún planificando debés tomar en cuenta que tu cuerpo puede llegar a convertirse en una casita de estas o si tenés todo el deseo de convertirte en mamá, seguí leyendo para que podás conocer algunas recomendaciones para ir preparando el terreno y estar nutricionalmente lista para quedar embarazada:
Tiempo de preparación para un embarazo
Podés hacerte a la idea que un plazo de 3 meses puede ser suficiente tiempo para aumentar el consumo de nutrientes esenciales para la formación adecuada de un bebé como lo son el calcio, el hierro, el ácido fólico y las vitaminas, ya que el desarrollo del embrión va a depender mucho del estado nutricional de la mamá al momento de quedar embarazada, y aunque en la mayoría de los casos al darse cuenta del embarazo se recetan vitaminas lo ideal sería no presentar ninguna deficiencia desde la fecundación. Si este periodo de preparación fuera mayor no pasa nada, si buscás siempre ser intencional en tener una alimentación saludable.
Aspectos a tomar en cuenta a la hora de pensar en un embarazo:
Estar en un peso saludable
Si estás muy delgada: Estar con bajo peso a la hora de quedar embarazada podría tener como consecuencia que se presenten deficiencias en nutrientes esenciales para el desarrollo saludable del bebé, ya que el organismo usará una gran proporción de las células para formar la placenta en lugar de hacerlo en el feto por lo que, se aumenta la posibilidad de un nacimiento prematuro o de un bebé con bajo peso al nacer.
Si hay sobrepeso: En caso de encontrarte con sobrepeso el momento ideal para normalizarlo es antes del embarazo. Nunca se debe intentar hacer dieta durante el embarazo; cuando uno adelgaza se producen ciertas sustancias llamadas cuerpos cetónicos que atraviesan la placenta y son dañinos para el bebé.
En ambos casos lo ideal es busques ayuda de un profesional en nutrición que te ayude a normalizar tu peso previo a quedar embarazada y de ser necesario que tengas control durante el embarazo para poder subir lo que se necesita para tener un bebé saludable y que tampoco vaya a repercutir en tu salud y estado nutricional.
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Si padecés de estreñimiento
Lo ideal sería “entrenar tu tránsito intestinal” ayudándote de la siguiente forma: ingerir suficiente fibra (la recomendación diaria es de 25g de fibra (incluí al menos ½ taza de leguminosas, frutas con cáscara y vegetales crudos), beber suficientes líquidos (agua al menos 6 vasos al día y el resto de otros líquidos) y destinar diariamente un horario “fija” para ir al baño.
Si tomás anticonceptivos orales
Lo ideal sería pensar en un suplemento de ácido fólico ya que el metabolismo de los anticonceptivos orales consume ácido fólico. Otros medicamentos también utilizan el ácido fólico en su metabolismo, como algunos psicofármacos, por lo que tu médico deberá valorarlo en ese caso específico.
Si fumás
La nicotina tiene como efecto la vasoconstricción secundaria por lo que las mujeres fumadoras suelen no darse cuenta si presentan un sangrado gingival (en las encías, y esto es muy común que se presente al dejar el cigarrillo) con el peligro asociado que ello representa durante este periodo.Además el tabaco repercute en el aprovechamiento de las vitaminas C, E y ácido fólico por lo que es importante ser intencional en el consumo de alimentos fuente de estas vitaminas y minerales.
En la segunda parte te contaré sobre los nutrientes que adquieren un protagonismo esencial para esta etapa pre-concepcional, y durante el embarazo.
¡Quedate atenta!